domingo, abril 06, 2008

A mi Curvita
La línea curva que engendró su imaginación, nació del pulso más vivo de su dedo corazón. Fue un parto dilatado en el tiempo y exigente en el espacio, él quería ser Palabrista, inventar palabras nuevas, palabras mágicas, palabras sin techo que hasta a los poetas dejaran satisfechos. Ella quería desprosar la literatura universal, ella quería ir en busca del verso filosofal, aquél que le permitiera convertir las novelas en poemas y los poemas en versos y los versos en el verso único, ella quería el Uni-verso.
Juntos, se alimentaron de sus sueños, y crearon Quijanas de alegres figuras y Alonsas hechas Quijotas y Dulcineos seduciendo Aldonzas; versografiaron Yoyós Soñando Tutús, la Soledad alumbrando la Edad del Sol, inventaron el ratoalagua y sentaron, en el clímax de su relación, las bases de la Poética Cuántica. Y así, nació el Bululú de las Burbujas, los Vers.o.s desde la UVI, El Tentejuego y los Partes Versológicos.
Al principio brindaban con versos en las fiestas de cualquier poema, pero ella, fiel a su naturaleza curvilínea, se exhibía haciendo piruetas en los encabalgamientos y saltos mortales en las sinécdoques para acabar desapareciendo tras la antonomasia de un desamor o deslizándose por las metáforas de una rendición. Aquellas fugas meteóricas, apenas dejaban como huella un sonsonete que él perseguía de inmediato, angustiado, prostituyendo la ortografía y la sin-taxis, con su sola muñeca, viajando a vuelapluma, palpitando conjuros desde su dedo corazón. Normalmente la encontraba ebria, exhausta, desnudándose en el quicio de un apasionado calambur.
Te quiero, y aunque te escribo, eres tú quién me vives, y a pesar de haber compartido un puerto en cada mujer, justo es decir que jamás me has sido infiel, con tus manías y defectos, siempre me has timoneado
en mis viajes versográficos, así que te ruego paciencia en esta nueva aventura de los microrelatos.

El Palabrista

2 comentarios:

MORGANA dijo...

Siempre me gustaron las curvas.

NEPC-64 dijo...

Tuve la suerte de oirtelo leer y ya me atrapo. Ahora al volverlo a leer voy descubriendo nuevos guiños de tu propia y curva existencia. A mi me aporta. No cambies Luis.